Have you had one of those days when you are so sleepy that you barely sat down a minute and you wake up suddenly realizing you slept- the kids emptied the cupboards, your boss is looking at you drool, your friend across the table sees you heard nothing, or the worst, you are swerving out of your lane. None of these are pleasant discoveries. Maybe today is one of those days, and you find you have been sleeping.
Just like your eyes adapt to move about in a dimly lit room, you may have been living for a long time with thoughts that have made themselves at home in your head. You look at your husband in the morning and think, we’re probably going to end up in divorce. You see a billboard and think, I’m just too fat. You sit at your desk at work and think, everyone’s against me. You see a post on social media and think, why can’t I have a family (car, house, job or even meal) like them? Or maybe you didn’t even get out of bed this morning because you thought, there’s just no point, I’ll never get life right.
From the time we come into the world we begin to learn how to think. While we are taught to eat, talk, and walk on our own, we begin to adopt certain mindsets, ways of doing things, and behaving. Some are good, some really good, some not too good, and some have us hanging on the edge of a cliff to destruction because they are plainly against God’s truth. There are patterns of thought that are prevalent in our family, community, culture, and society that may seem very natural to us but that doesn’t mean they are good. I hope to turn on a bright light that may blind you for a minute, but the purpose is for you to see how the enemy has been lurking close by and you didn’t even know it. In Ephesians 5, it says that all things are made manifest in the light – in other words, the light lets you see things you hadn’t before- and Christ shines His light on you.
Once you have recognized that you have an enemy, that you are in a war that is mostly fought in your mind, and that your defense is your faith, you need to become very conscious of the thoughts, feelings, habits, and hidden motives that are influencing your daily life and, unbeknownst to you, plotting your destiny. Every day some 50, 000 thoughts go through your head, fed by the news you hear, the programs you watch, the things you see and read, the conversations you have or overhear, people’s actions and reactions toward you, and basically everything you perceive through your natural senses, heightened by your inner self. What you allow to feed your mind will form your thoughts, affect your feelings, pop up in attitudes, and generally forge your life.
“Awake, you who sleep, arise from the dead, and Christ will give you light.See then that you walk circumspectly, not as fools but as wise, redeeming the time, because the days are evil. Therefore, do not be unwise, but understand what the will of the Lord is.”
Read Acts 26:15-18; Eph.1:17-18; 5:13-17; James 3:13. For the next 3 days, make note in your phone when you have negative feelings (anger, loneliness, fear, despair, depression, etc.) and then think about what you were perceiving and thinking before feeling that, and make note of that too. Ex. Fear-heard my company is struggling- gonna lose my job.
Pray Proverbs 27:12, asking God to make you wise and prudent so you can avoid pitfalls and live His way.
Día 9: ¡Despierta, tú que duermes!
¿Has tenido uno de esos días en los que tienes tanto sueño que apenas te sentaste un minuto y te despiertas de repente dándote cuenta de que dormiste: los niños saquearon la alacena, tu jefe te está mirando babear, tu amigo al otro lado de la mesa ve que no escuchaste nada, o lo peor, te encuentras desviando de tu carril? Ninguno de estos son descubrimientos agradables. Tal vez hoy es uno de esos días, y descubres que has estado durmiendo.
Al igual que tus ojos se adaptan para moverse en una habitación poco iluminada, es posible que hayas estado viviendo durante mucho tiempo con pensamientos que se han hecho sentir como en casa en tu cabeza. Miras a tu esposo por la mañana y piensas, probablemente vamos a terminar en divorcio. Ves una valla publicitaria y piensas, estoy demasiado gordo. Te sientas en tu escritorio en el trabajo y piensas, todos están en mi contra. Ves una publicación en las redes sociales y piensas, ¿por qué no puedo tener una familia (carro, casa, trabajo o incluso comida) como ellos? O tal vez ni siquiera te levantaste de la cama esta mañana porque pensaste, simplemente no tiene sentido, no puedo con la vida.
Desde el momento en que venimos al mundo comenzamos a aprender a pensar. Mientras se nos enseña a comer, hablar y caminar por nuestra cuenta, comenzamos a adoptar ciertas mentalidades, formas de hacer las cosas y comportarnos. Algunos son buenos, otros muy buenos, otros no tan buenos, y algunos nos tienen colgados al borde de un precipicio a la destrucción porque están claramente en contra de la verdad de Dios. Hay patrones de pensamiento que prevalecen en nuestra familia, comunidad, cultura y sociedad que pueden parecernos muy naturales, pero eso no significa que sean buenos. Espero encender una luz brillante que pueda cegarte por un minuto, pero el propósito es que veas cómo el enemigo ha estado al lado tuyo en las sombras y ni siquiera lo sabías. En Efesios 5, dice que todas las cosas se manifiestan en la luz, en otras palabras, la luz te permite ver cosas que no veías antes, y Cristo brilla Su luz sobre ti.
Una vez que hayas reconocido que tienes un enemigo, que estás en una guerra que se libra principalmente en tu mente, y que tu defensa es tu fe, necesitas ser muy consciente de los pensamientos, sentimientos, hábitos y motivos ocultos que están influyendo en tu vida diaria y, sin que lo sepas, trazando tu destino. Cada día unos 50.000 pensamientos pasan por tu cabeza, alimentados por las noticias que escuchas, los programas que ves, las publicaciones que ves y lees, las conversaciones que tienes o escuchas, las acciones y reacciones de las personas hacia ti, y básicamente todo lo que percibes a través de tus sentidos naturales, aumentado por tu ser interior. Lo que permites alimentar tu mente formará tus pensamientos, afectará tus sentimientos, aparecerá en actitudes y, en general, forjará tu vida.
“Despiértate, tú que duermes. levántate de entre los muertos, y te alumbrará Cristo.Por tanto, ¡cuidado con su manera de vivir! No vivan ya como necios, sino como sabios. Aprovechen bien el tiempo, porque los días son malos. No sean, pues, insensatos; procuren entender cuál es la voluntad del Señor.”
Lee Hechos 26:15-18; Ef.1:17-18; 5:13-17; Stg, 3:13. Durante los próximos 3 días, tome nota en tu teléfono cuando tengas sentimientos negativos (ira, miedo, desesperación, depresión, soledad, etc.) y luego piense en lo que estaba percibiendo y pensando antes de sentir eso, y tome nota de eso también. Ej. Miedo-escuché que mi empresa tiene problemas- voy a perder mi trabajo.
Ora Proverbios 27:12, pidiéndole a Dios que te haga sabio y prudente para evitar los baches y vivir a su manera.