Un Asunto de Vida o Muerte

Hace años, cuando tenía a mis primeros hijos pequeños, leí el relato de un misionero en África y me impactó bastante. Un día su niño estaba jugando en un árbol frente a la casa y cuando el misionero salió y miró al niño jugando en el árbol de inmediato le dijo, “Hijo, cae al suelo”. El niño rápidamente se tiró al suelo y en seguida le dijo su papá, “Ven a mí gateando”, y eso hizo hasta que su papá le dijo, “Ahora ponte de pie y corre hacia mí”.  Así que el niño se paró y corrió hasta llegar a su papá. Suena raro esto no. Pero ya que llegó su hijo a su lado, el misionero le dijo, “Voltea y mira donde estabas en el árbol”.

Cuando el padre salió de la casa y miró a su hijo jugando en el árbol, vio justo atrás de él una terrible víbora venenosa colgada. ¿Qué hubieras hecho tú si fueras ese padre? ¿Te paralizas, gritas, corres? ¿Y si fueras el hijo jugando y tu padre te dijera “Cae al suelo”, ¿lo harías sin voltear y preguntarle por qué, o decirle, ahorita voy o aun no quiero? Ese movimiento o la demora probablemente le hubiera costado la vida. Pero gracias a Dios, el hijo confió en su papá y estaba entrenado a obedecer inmediatamente sin cuestionar.  Esta historia termina como nos gusta, feliz y con vida.

¿Qué tal si hubiera sido uno de tus hijos- hubiera tenido el mismo fin? Muchos padres bien intencionados dicen amar tanto a sus hijos que los disciplinan poco o nada, los consienten y dejan que consigan su voluntad. Se ven en las reuniones corriendo como les da la gana, en el supermercado exigiendo se les compre algo que quieren y con sus compañeros queriendo que siempre se haga como ellos digan. El mundo nos sugiere tales métodos cómo esperar hasta que estén de edad de entender… dejarles espacio/tiempo hasta que estén listos para obedecer… todos merecen una razón para obedecer…  y excusar la desobediencia porque el niño se siente enojado, triste u ofendido. Pero piensa un momento, ¿qué hubiera pasado si el hijo del misionero hubiera estado acostumbrado a uno de estos? Es verdad que no vivimos en África y probablemente no tengas que preocuparte por una víbora, pero eso no hace menos importante este principio de la obediencia absoluta.

Nuestro Dios es un Padre amoroso, más que cualquier padre o madre terrenal

Nuestro Dios es un Padre amoroso, más que cualquier padre o madre terrenal, pero su amor no se basa en una emoción sino en el propósito de desarrollar una relación íntima contigo en la cual tú confías que él cuidará de ti y siempre hará lo mejor para tu bien. Dios no solo pensó en un plan de bien para tu vida, sino fue delante de ti y preparó las obras específicamente diseñadas para que tú las hicieras (según Efesios 2:10). Luego mandó escribir un manual de la vida, que revela su carácter y sus intenciones, describe la mejor manera que puedes caminar a través de esta vida y da la invitación a cada uno a escoger creerle y seguirle.

Si le seguimos a él y obedecemos su guía, él promete cienes de bendiciones sobre nosotros, como sanarnos y liberarnos del poder del pecado, salvarnos de la condenación eterna que nos separa de él, protegernos del mal, reprender al devorador que nos roba de la provisión de nuestra casa, poner su favor sobre nuestro hogar, paz y seguridad para que no tememos mal alguno, gozo en vez de desesperanza en medio de los tiempos más difíciles y nos da propósito y dones para ser usados para su gloria y el bien de otros. No obstante, si hay otro lado, porque así como Dios es amor, también es verdad y justicia. Si no caminamos siguiéndolo a él, no tendremos la protección de todo el mal que reina en este mundo caído que cada día es más. La elección es nuestra- tuya y mía – y nadie la puede hacer para otro.

Mira lo que Dios nos dice en su Palabra: Las cosas secretas pertenecen a Jehová nuestro Dios; mas las reveladas son para nosotros y para nuestros hijos para siempre, para que cumplamos todas las palabras de esta ley. (Deuteronomio 29:29)  Dios no pretende que sea complicado sino sencillo.

Porque este mandamiento que yo te ordeno hoy no es demasiado difícil para ti, ni está lejos (Dt. 30:11)

                Porque muy cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón, para que la cumplas. Mira, yo he puesto delante de ti hoy la vida y el bien, la muerte y el mal; porque yo te mando hoy que ames a Jehová tu Dios, que andes en sus caminos, y guardes sus mandamientos, sus estatutos y sus decretos, para que vivas y seas multiplicado, y Jehová tu Dios te bendiga… Mas si tu corazón se apartare y no oyeres, y te dejares extraviar, y te inclinares a dioses ajenos y les sirvieres, yo os protesto hoy que de cierto pereceréis; no prolongaréis vuestros días sobre la tierra adonde vais… os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; ESCOGE, PUES, LA VIDA, PARA QUE VIVAS TÚ Y TU DESCENDENCIA (Deut. 30) [Énfasis mía].

El Padre pone delante de nosotros las dos cosas- dice, Es así en el mundo, nada es a la fuerza. Tú puedes escoger tus acciones pero no puedes escoger las consecuencias. Pero debes saber que estás escogiendo. Tal como el niño que escoge desobedecerte porque le da la gana correr a la calle por su pelota justo cuando un carro viene a toda velocidad, no puede evitar las consecuencias de sus acciones que pueden ser muy dolorosas o aun mortales. O el hijo crecido que escoge desobedecer las autoridades y robar “solo una vez”, cuando sorprendido, no puede escoger no sufrir la penalidad. De la misma manera, yo no puedo escoger vivir la vida a mi manera y esperar la ayuda y la bendición de Dios conmigo.

Puedes escoger tus acciones pero no puedes escoger las consecuencias

Tú que estás leyendo esto hoy, eres uno de 3 tipos de personas: 1) Hasta ahora has vivido según tu propia opinión, sin tener una relación personal con tu Creador quien quiere adoptarte como hijo suyo y transformar tu vida como solo él puede. -O- 2) Eres un hijo de Dios porque ya creíste a su palabra y la obra de Cristo para ti y habiéndote entregado a él, procuras vivir cada día conforme su guía. –O- 3) Eres un hijo de Dios que te entregaste a él pero te alejaste de sus caminos por las cosas que sufriste o viste o juzgaste o te juzgaron.

Sea quien seas, la respuesta de Dios para ti hoy es la misma: En tiempo aceptable te he oído,  Y en día de salvación te he socorrido. He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salvación. (2 Corintios 6:2)

                Si eres del grupo 1, hoy puedes creer en tu corazón que Jesús es el Señor y que Dios lo resucitó de los muertos y que vive hoy para ser tu Salvador y Señor. Háblale hoy en tus propias palabras, entrégale tu vida y recibe la suya en tu lugar y vendrás a ser hijo de Dios con la bendición de vida eterna.

                Si eres del grupo #2, dale gracias a tu Padre por sus bendiciones pequeñas y grandes, pero también examina las áreas en la cuales no ves la bendición como quisieras y arrepiéntete donde has faltado a la obediencia. Recuerda que el padre al hijo que ama disciplina para llevarlo a más.

                Y si eres del grupo #3, anímate a volver prontamente al Padre quien te espera con los brazos extendidos y el perdón ya otorgado cuando vienes arrepentido (1 Juan 1:9). Renueva hoy tu confianza en él y tu compromiso a su plan y él enderezará tus caminos (Pr.3:5-6).

Recuerda, es un asunto de vida y de muerte para mí, para ti, para tus hijos y para todo el que nos rodea. La obediencia debe ser inmediata y absoluta. La obediencia parcial o a mi manera/tiempo no es obediencia, es desobediencia.

escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia; amando a Jehová tu Dios, atendiendo a su voz, y siguiéndole a él; porque él es vida para ti, y prolongación de tus días.

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2 Comments

  1. ¡Woooooow! Love it😱🤩 Definitivamente necesitamos ser obedientes cuando Dios nos habla y de la misma manera enseñar a nuestros hijos.

  2. Me encanta la manera en que describe y enseña, la palabra de Dios .
    Excelente artículo . Dios la bendiga siempre , me alegra verla cumpliendo esto que en una plática compartimos acerca de que el Señor le llamaba a escribir de esta manera ,el tiempo llegó y lo hace en excelencia , porque es para Dios y por supuesto por los dones y talentos que el ha puesto en usted .❤️

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