Your thoughts pretty much make or break you. Jesus said in Luke 6:45, it is out of the abundance of the heart that the mouth speaks. So, when words seem to slip out of their own accord, it’s probably because you have quite a stock of thoughts on the matter. The Bible says, for as he thinks in his heart so is he. Thoughts produce attitudes, words, and actions. With more thinking, these produce habits and patterns, and over time, your character and lifestyle. Our tendency is to blame others for so many of our problems and our daily suffering, when, we are usually our own worst enemy, and more than we realize or want to admit is self-inflicted by our own thought life. But it doesn’t have to be like that.
For you to begin the process of renewing your mind, it’s time you start thinking seriously about what you think. Either your thoughts align with what God says about Himself, you, others, the world, and life, or they don’t. If they do, you will have thoughts of faith, hope, love, joy, peace, and patience in any circumstance. If they don’t, you will struggle with fear, anxiety, unforgiveness, unhappiness, and such. There isn’t a middle ground; it is either or.
For my thoughts are not your thoughts, neither are your ways my ways, declares the Lord. For as the heavens are higher than the earth, so are my ways higher than your ways and my thoughts than your thoughts. (Is.55:8-9)
Read Isaiah 55:7-11; Jer. 29:11-14; John 8:31-32; Eph. 4:20-24
Pray: Thank God for having good thoughts and plans for you and ask Him to give you understanding of them. Ask the Holy Spirit to help you become very conscious of what you think and how it affects you.
Día 5: ¿Qué tienes en mente?
Tus pensamientos son decisivos para ti. En Lucas 6:45 Jesús dijo que es de la abundancia del corazón que habla la boca. Entonces, cuando las palabras parecen salir hasta sin querer, probablemente es porque tienes en existencia bastantes sobre el tema. La Biblia dice, porque cuál es su pensamiento en su corazón (o su mente), tal es él. Los pensamientos producen actitudes, palabras, y acciones. Con más pensamiento, estos producen hábitos y patrones, y con el tiempo, un carácter y estilo de vida. Nuestra tendencia es de culpar a otros por muchos de nuestros problemas y sufrimiento diario cuando puede que seamos nuestro peor enemigo. Y más de que nos damos cuenta o queremos admitir es autoinfligido por nuestro propio pensamiento. Pero no tiene que ser así.
Para que empieces el proceso de renovar tu mente, es hora de pensar seriamente acerca de lo que piensas. Tus pensamientos, o se alinean con lo que Dios dice acerca de si mismo, de ti, otros, el mundo, y la vida o no lo hacen. Si se alinean, tendrás pensamientos de fe, esperanza, amor, gozo, paz, y paciencia en cualquier circunstancia. Si no, lucharás con temor, ansiedad, falta de perdón, infelicidad, y más. No hay un término medio; es uno o el otro.
“Porque mis pensamientos no son sus pensamientos ni sus caminos son mis caminos, dice el SEÑOR. Como son más altos los cielos que la tierra, así mis caminos son más altos que sus caminos, y mis pensamientos más altos que sus pensamientos.” (Is.55:8-9)
Lee Isaías 55:7-11; Jer. 29:11-14; Juan 8:31-32; Ef. 4:20-24.
Orar: Dale gracias a Dios por tener buenos pensamientos y planes para ti y pide que te dé entendimiento de ellos. Pide al Espíritu Santo que te ayude a hacerte muy consciente de lo que piensas y como te afecta.