Thirty days ago, we began looking at God’s plan for you and me according to Romans chapter 12, to not be molded to the flow of the world around us but rather be transformed by the renewing of our mind. The keys to renewing our mind are the word of God and the empowering of the Spirit. I pray that you have been taking the truths of God’s word into your heart and applying them to renew your mind and that you continue to do so. The passage ends with a blanket statement.
“Do not be overcome by evil but overcome evil with good.” (Ro.12:21)
The enemy of our souls, the devil, is evil to the core and out to destroy us. He lies, cheats, accuses, condemns, and deceives all he can. While we should be conscious of his strategies, we do not need to fear him, because greater is He that is in all who believe in Christ as their Savior than he that is in the world. As you continue in your transformation process, which is life-long by the way, set your eyes on Jesus, not your past, your ability, or shortcomings. Don’t think of dispelling darkness as much as bringing on the light. The more you fill your mind and thoughts with the word of God, the more the evil lies of the enemy are revealed, lose their power, and are dispelled.
“He has told you, O man, what is good; and what does the Lord require of you but to do justice, and to love kindness [mercy], and to walk humbly with your God?” (Micah 6:8)
Overcome evil with good every day of your life by this standard. Justice and fairness are not the same. It’s not fair is a very common complaint but focuses more on me, myself, and I, whereas justice is based wholly on God’s standards. We must uphold justice- God’s standard of what is right- with our words and deeds, no matter what popular opinion, government, friend, or foe may say. But while we do, we are not to be harsh or ugly but always tempered by kindness. When you defend justice on social media, your purpose should be to bring light, love, and life which does not happen if you attack the person instead of the idea. In the same way, be humble if you are attacked, separate it from yourself, don’t take it personal, but defend the truth. Remember it is God’s kindness that leads to repentance, and mercy trumps over judgment.
The more you draw near to God, the more He draws near to you and reveals His heart to you. It doesn’t have to be complicated, but you do have to make the right decisions day after day. Decide to look at God in faith not fear, trust not doubt, forgiveness not guilt, hope not depression, joy not sadness, love not hate, praise not despair. When in doubt, make this your go-to practice, which is God’s good and perfect will for you. Rejoice always, pray without ceasing, in everything give thanks; for this is the will of God in Christ Jesus for you.
Read 1 Thes. 4:3-5; 5:16-18; 1 Peter 2:15-16; James 2:13.
Pray: Quiet yourself before God and just be still in His presence. Praise Him for His unending grace. Thank Him for all He has done in and for you. Commit all your plans to Him, asking God to help you be sensitive to His leading, obedient, and consistent for His glory.
Día 30: Vence con el bien el mal
Hace treinta días, miramos el plan de Dios para ti y para mí de acuerdo con Romanos capítulo 12, para no ser moldeados al sistema del mundo que nos rodea, sino más bien ser transformados por la renovación de nuestra mente. Las claves para renovar nuestra mente son la palabra de Dios y el empoderamiento del Espíritu. Espero que hayas estado guardando las verdades de la palabra de Dios en tu corazón y las apliques para que renueven tu mente y que continúes haciéndolo. El pasaje termina con una declaración general.
“No seas vencido por el mal sino vence el mal con el bien.“. (Ro.12:21)
El enemigo de nuestras almas, el diablo, es malo hasta la médula y está dispuesto a destruirnos. Miente, engaña, acusa, condena y hace todo lo que puede. Si bien debemos ser conscientes de sus estrategias, no necesitamos temerle, porque más grande es el que está en todos los que creen en Cristo como su Salvador que el que está en el mundo. A medida que continúes en tu proceso de transformación, que de por cierto dura toda la vida, pon tus ojos en Jesús, no en tu pasado, tu habilidad o defectos. No pienses tanto en disipar la oscuridad como en traer la luz. Cuanto más llenas tu mente y tus pensamientos con la palabra de Dios, más se revelan las mentiras malvadas del enemigo, pierden su poder, y son disipadas.
“Él te ha dicho, oh hombre, lo que es bueno; y ¿qué requiere el Señor de ti sino hacer justicia, y amar la bondad [misericordia], y caminar humildemente con tu Dios? ” (Micah 6:8)
Vence el mal con el bien todos los días de tu vida según este estándar. La justicia y la equidad no son lo mismo. No es justo es una queja muy común, pero si es por mi estándar, se enfoca más en mí, mientras que la justicia se basa completamente en los estándares de Dios. Debemos defender la justicia, el estándar de Dios de lo que es correcto, con nuestras palabras y hechos, sin importar lo que la opinión popular, el gobierno, el amigo o el enemigo puedan decir. Pero mientras lo hacemos, no debemos ser ásperos o feos, sino que siempre debemos estar templados por la bondad. Cuando defiendes la justicia en las redes sociales, tu propósito debe ser traer luz, amor y vida, lo cual no sucede si atacas a la persona en lugar de la idea. De la misma manera, sé humilde si eres atacado, sepáralo de ti, no lo tomes como algo personal, sino que defiendas la verdad. Recuerde que es la bondad de Dios la que conduce al arrepentimiento, y la misericordia triunfa sobre el juicio.
Cuanto más te acercas a Dios, más se acerca Él a ti y te revela Su corazón. No tiene que ser complicado, pero sí hay que tomar las decisiones correctas día tras día. Decide mirar a Dios con fe no con miedo, confianza no duda, perdón no culpa, esperanza no depresión, gozo no tristeza, amor no odio, alabanza no desesperación. Ante cualquier duda, haz de esta tu práctica, que es la buena y perfecta voluntad de Dios para ti. Gózate siempre, ora sin cesar, en todo da gracias; porque esta es la voluntad de Dios en Cristo Jesús para ti.
Lee 1 Tesalonicenses 4:3-5; 5:16-18; 1 Pedro 2:15-16; Santiago 2:13.
Orar: Apártate en silencio delante Dios y quédate quieto en Su presencia. Alábalo por Su gracia infinita. Dale gracias por todo lo que ha hecho en y por ti. Compromete todos tus planes con Él, pidiéndole a Dios que te ayude a ser sensible a Su guía, obediente y consistente para Su gloria.