Some years ago, when an extreme makeover show came out, I, like many others, loved to watch it. There was certain excitement and intrigue from the start hearing about the need and suffering some family had, seeing their current living conditions, and imagining how their new house could be. Invariably, the results were amazing, beautiful, and way beyond what the people could have hoped for.
Well, you know what? God wants to do an extreme makeover in your house, that is, in your life. He wants to tear down some walls and raise others, going all the way to the foundations to be sure they are built right this time, You can’t make it happen; you can’t change yourself. You just need to cooperate with the Master builder, Jesus Christ and His Helper, the Holy Spirit, and let them do their job. True transformation is not just putting on a coat of paint and making something look nice on the outside, but rather is a total interior change that produces an outward, visible result.
“And do not be conformed to this world, but be transformed…” (Ro. 12:2)
The Christian life is not about doing better or trying to be the best version of you. It’s about recognizing that God has a plan for your life way beyond what you can even imagine on your own, and when you give your life to Him, He will transform you into the image of Christ and help you live accordingly. This happens by regularly spending time in the presence of God and filling your mind with the Word of God, and you will see your life completely changed from the inside out.
Read 2 Corinthians 3:18; 5:1-21,
Prayer: Pray personalizing Ephesians 3:14-21.
Día 3: Cambio de imagen extremo– Hace algunos años cuando salió un programa de extremo cambio de imagen de hogares, como a muchos, me gustaba mucho verlo. Había cierta emoción e intriga desde el inicio al oír de la necesidad y sufrimiento de alguna familia, ver su vivienda presente, e imaginarse cómo podría terminar su nueva casa. Invariablemente, los resultados eran asombrosos, bellos, y más allá de lo que la gente esperaba.
Pues, ¿sabes qué? Dios quiere hacer un extremo cambio de imagen en tu casa, eso es, en tu vida. Quiere derribar algunos muros y levantar otros, trabajando hasta los cimientos para asegurar que se construyen bien esta vez. Tú no puedes hacer que esto pase; no puedes cambiarte a ti mismo. Necesitas cooperar con el perito constructor, Jesucristo, y su Ayudante, el Espíritu Santo, y dejarlos a ellos hacer su trabajo. La verdadera transformación no se trata de echar una capa de pintura para hacer que algo se vea bien por fuera, sino es un cambio interior total que produce un resultado externo visible.
“No se conformen a este mundo; más bien, transfórmense…” (Ro. 12:2)
La vida cristiana no se trata de hacer mejor o tratar de ser la mejor versión de ti. Se trata de reconocer que Dios tiene un plan para tu vida mucho más allá de lo que puedes imaginar por tu cuenta, y cuando entregas tu vida a él, te transformará a la imagen de Cristo y te ayudará a vivir conforme a él. Esto sucede por medio de pasar tiempo regularmente en la presencia de Dios y llenar tu mente de la palabra de Dios, y verás tu vida completamente cambiada desde adentro hacia afuera.
Leer: 2 Corintios 3:18; 5:1-21.
Orar: Ora personalizando Efesios 3:14-21.