Day 28: Are you a reactor or responder?

Do you tend to go through life reacting or responding? Seriously think about it. Maybe you have thought they are the same, but they’re not. If we look at the medical field, one may get a rash in reaction to something you ate or even some medication, whereas hopes are your body will respond well to treatment. A reaction is kind of like a racquetball bouncing back at you, whereas the response of a batter to a ball thrown at him is prepared and focused on the desired outcome. First responders are trained to take specific action in specific cases based on proven outcomes, not to react to what they see. React is defined as to act in a particular way as a direct result of something else, meeting one action with another one. Reacting is usually instinctive and emotional. Responding takes more work.

Respond and responsible come from the same root “re” (again) and “spondee” (promise).  Being responsible means being dependable, keeping promises and honoring our commitments. It is accepting the consequences for what we say and do. It also means developing our potential. People who are responsible don’t make excuses for their actions or blame others when things go wrong. Respond is the verb form, so we could say you can respond when you are responsible. Quite literally it is “again doing as promised”.

“Never pay back evil with more evil. Do things in such a way that everyone can see you are honorable. Do all that you can to live in peace with everyone.” (Ro.12:17-18 NLT)

Jesus is our greatest example of how to live a life pleasing to God. Whether being criticized by the religious leaders, doubted by his people, threatened by the king, betrayed by a close friend, falsely accused and sentenced, or beaten and hung on a cross to die, Jesus did not react as most men would, resenting, counterattacking, defending innocence, slumping in rejection, or desiring retaliation. Rather in the moment of greatest suffering, not only physical but also the total abandonment of God and man, Jesus said, “Father. Forgive them, they know not what they do.”

There is no way we can control everything in life, what happens around us, and many times what happens to us. But none of that determines who you are and what you do. When you build your life on the principles of God’s word- you get to know them, believe them, and practice them- you predetermine your response to anything thrown at you. You recognize that God’s word is truth, His way is law, and you will live your life according to Him come what may.

Read 1 Thes. 5:15; 1 Peter 2:11-17; 3:8-12.

Pray asking God to help you understand his word and stand firm on it in every and all circumstance.

Día 28: ¿Es usted un reactor o un respondedor?

¿Tiendes a ir por la vida reaccionando o respondiendo? Piénsalo seriamente. Tal vez hayas pensado que son lo mismo, pero no lo son. Si nos fijamos en el campo de la medicina, uno puede tener una erupción en reacción a algo que comió o incluso algún medicamento, mientras que las esperanzas son que su cuerpo responda bien al tratamiento. Una reacción es como cuando la pelota de raquetbol rebota hacia ti, mientras que un bateador responde a una pelota lanzada contra él de modo preparado y enfocado en el resultado deseado. Los socorristas (first responders) están capacitados para tomar medidas específicas en casos específicos basados en resultados comprobados, no para reaccionar a lo que ven. Reaccionar se define como actuar de  una  manera particular como resultado directo de otra cosa, devolviendo una acción por otra. Reaccionar suele ser instintivo y emocional. Responder requiere más trabajo.

Responder y responsable provienen de la misma raíz “re” (otra vez) y “spondee” (promesa).  Ser responsable significa ser confiable, cumplir promesas y honrar nuestros compromisos. Es aceptar las consecuencias de lo que decimos y hacemos. También significa desarrollar nuestro potencial. Las personas que son responsables no ponen excusas por sus acciones o culpan a otros cuando las cosas van mal.  Responder es la forma verbal, por lo que podríamos decir que puedes responder cuando eres responsable. Literalmente es “volver a hacer lo prometido”.

“Nunca le paguen a nadie mal con mal. Al contrario, busquen hacerles el bien a todos. Procuren, en lo que les sea posible, estar en paz con todo el mundo.” (Ro. 12:17-18 NBV)

Jesús es nuestro mayor ejemplo de cómo vivir una vida agradable a Dios. Ya sea siendo criticado por los líderes religiosos, puesto en duda por su pueblo, amenazado por el rey, traicionado por un amigo cercano, falsamente acusado y sentenciado, o golpeado y colgado de una cruz para morir, Jesús no reaccionó como la mayoría de los hombres, resentidos, contraatacando, defendiendo la inocencia, cayendo en el rechazo o deseando represalias. Más bien, en el momento de mayor sufrimiento, no sólo físico, sino también el abandono total de Dios y del hombre, Jesús dijo: “Padre. Perdónalos, no saben lo que hacen”.

No hay manera de que podamos controlar todo en la vida, lo que sucede a nuestro alrededor y muchas veces lo que nos sucede. Pero nada de eso determina quién eres y qué haces. Cuando construyes tu vida sobre los principios de la palabra de Dios, los conoces, los crees y los practicas, predeterminas tu respuesta a cualquier cosa que se te lance. Reconoces que la palabra de Dios es verdad, Su camino es ley, y vivirás tu vida de acuerdo a Él pase lo que pase.

Lee 1 Tes. 5:15; 1 Pedro 2:11-17; 3:8-12.

Ora pidiéndole a Dios que te ayude a entender su palabra y a mantenerte firme en ella en todas y cada una de las circunstancias.

Bookmark the permalink.

Comments are closed.