Our body is wonderfully made by God with many members working together in harmony for us to live in health and wellbeing. I don’t know about you, but I don’t wake up talking to my bones to be able to get out of bed- you toe bone connected to the foot bone, foot bone connected to the ankle bone, and so on to the neck bone connected to the head bone- ok, now, get yourselves up. In general, we take for granted the function of our many parts and members, but we count on them- from our head to our toes, from our eardrum to our liver, from our skin to our arteries, from our eyes to the fingernail on our little toe. We tend to pay attention to our visible parts looking good, but when it comes to the unseen, we usually don’t pay much attention until something starts malfunctioning.
“For as in one body we have many members, and the members do not all have the same function, so we, though many, are one body in Christ, and individually members one of another.” (Ro.12:4-5)
From the moment you and I believe on Jesus Christ as our Savior, we are born again spiritually into a new body, that is the body of Christ. And just as in our physical body the parts are interconnected and interdependent so is our relationship with other believers. Some are easy to love while some just plain rub you the wrong way, and most are somewhere in the middle, but all are part of you and you of them whether you like it or not. So, let’s get this straight once and for all in our mind. The body we are all part of is Christ, which means the way I treat my fellow Christian is the way I am treating Christ Himself. This is not mystical but very practical. We should love one another, be kind to one another, support one another, forgive one another, not lie to one another, and teach one another. That’s the way it is.
Read 1 Co. 12:12-27; 2 Co. 10:12; 13:11; Gal. 5:13-15, 26; 6:1-2; Eph. 4:25, 32; 1 Thes. 4:18; 5:11, Ja.5:9.
Pray repenting for wrong attitudes you have had toward another believer and ask the Lord to help you live out your love for Him in practical ways with the members of His body, your fellow believers.
Día 18: Te necesito y tú me necesitas a mí.
Nuestro cuerpo está maravillosamente hecho por Dios con muchos miembros trabajando juntos en armonía para que vivamos en salud y bienestar. No sé ustedes, pero no me despierto hablando con mis huesos para poder levantarme de la cama: el hueso del dedo del pie conectado al hueso del pie, el hueso del pie conectado al hueso del tobillo, y así sucesivamente al hueso del cuello conectado al hueso de la cabeza, ok, ahora, levántense. En general, damos por sentada la función de nuestras muchas partes y miembros, pero contamos con ellos, desde la cabeza hasta los dedos de los pies, desde el tímpano hasta el hígado, desde la piel hasta las arterias, desde los ojos hasta la uña del dedito. Tendemos a prestar atención a que nuestras partes visibles se vean bien, pero cuando se trata de lo invisible, generalmente no prestamos mucha atención hasta que algo comienza a funcionar mal.
“ Porque de la manera que en un solo cuerpo tenemos muchos miembros pero todos los miembros no tienen la misma función, así nosotros, siendo muchos, somos un solo cuerpo en Cristo pero todos somos miembros los unos de los otros.“. (Ro.12:4-5)
Desde el momento en que usted y yo creemos en Jesucristo como nuestro Salvador, nacemos de nuevo espiritualmente en un nuevo cuerpo, que es el cuerpo de Cristo. Y así como en nuestro cuerpo físico las partes están interconectadas e interdependientes, también lo es nuestra relación con otros creyentes. Algunos son fáciles de amar, mientras que otros simplemente te caen mal, y la mayoría están en algún lugar en el medio, pero todos son parte de ti y tú de ellos, te guste o no. Entonces, vamos a aclarar esto de una vez por todas en nuestra mente. El cuerpo del que todos somos parte es Cristo, lo que significa que la forma en que trato a mi prójimo cristiano es la forma en que trato a Cristo mismo. Esto no es místico sino muy práctico. Debemos amarnos unos a otros, ser amables unos con otros, apoyarnos unos a otros, perdonarnos unos a otros, no mentirnos unos a otros, y enseñarnos unos a otros. No hay otro.
Lee 1 Co. 12:12-27; 2 Co. 10:12; 13:11; Gal.5:13-15, 26; 6:1-2; Ef. 4:25, 32; 1 Tes. 4:18; 5:11, Stg.5:9.
Ora arrepintiéndote por las actitudes equivocadas que has tenido hacia otro creyente y pídele al Señor que te ayude a vivir tu amor por Él de manera práctica con los miembros de Su cuerpo, todo creyente.