Sueño, cansancio y antojos… El embarazo es hermoso y la maternidad es una bendición. Aunque tenerlos juntos es… lo más bello.
Mi niño de año y medio es un rayito de energía que pide la atención y el cariño de mami constantemente. Y yo en el primer trimestre de embarazo, muero de sueño y me falta la energía. ¡Que alguien me conecte la intravenosa de cafeína, por favor!
Ser mamá es para lo que nací. ¡Cómo amo y disfruto cada segundo con mi bebé! Pero hablemos claro. El cansancio alcanza otro nivel cuando eres mamá. Es totalmente cierto que no vuelves a dormir igual. Y la cereza del pastel es que aparece un nuevo reto cada día.
Cuando nació mi primer hijo, me cayó el veinte que era mamá ¡a la semana! Un día estaba amamantando a mi bebé, y mientras lo contemplaba, me llegó la avalancha de emociones. Lágrimas y lágrimas llenaron mis ojos (mi cara y hasta mi camiseta), al darme cuenta del gran peso de responsabilidad que tenía en mis manos. Tuve una consciencia más clara del efecto de mis decisiones sobre mis padres a lo largo de mi vida. Y en ese momento entendí, al estar en su lugar, a mi madre. ¡Wow! Soy mamá.
Son estas emociones las que llegan a abrumar y causar ansiedad en una nueva madre. Si esa eres tú, no tengas temor. Dios siempre nos dará la gracia para hacer un trabajo de excelencia. ¿Pero cómo? Si a veces no sabemos ni por dónde empezar.
Dios quiere que seamos exitosas en la tarea y el propósito que nos dio en esta tierra. No se trata de ti ni de mí. Él nos escogió y nos ama sin medida.
La Biblia lo afirma una y otra vez:
“No me escogieron ustedes a mí, sino que yo los escogí a ustedes y los comisioné para que vayan y den fruto, un fruto que perdure. Así el Padre les dará todo lo que le pidan en mi nombre [Jesús]” (Juan 15:16, NVI).
“Dios hará que esto suceda, porque aquel que los llama es fiel” (1 Tesalonicenses 5:24, NTV).
¡Qué alivio! No estamos solas en esto. Dios promete darnos todas las herramientas necesarias, y la ayuda del Espíritu Santo en cada paso.
¿Cuál es la clave? David la enseñó a sus hijos: “el principio de la sabiduría es el temor de Jehová” (Proverbios 1:7, RVR1960). Y en los versículos 14:26-27 (RVA2015) reafirmó el principio: “En el temor del SEÑOR está la confianza del hombre fuerte, y para sus hijos habrá un refugio. El temor del SEÑOR es fuente de vida, para apartarse de las trampas de la muerte”.
Nuestro Dios poderoso y Padre amoroso tiene cuidado de nosotros y los nuestros. Atrévete a pedirle sabiduría. Salomón lo hizo y fue el hombre más sabio de la tierra. Santiago 1:5 dice que, si nos falta sabiduría, la pidamos a Dios, y él nos la dará abundantemente y sin reproche. Él es el manantial de vida que día con día nos dará el amor, la paciencia y las estrategias para criar a nuestros pequeños y ayudarles a descubrir y alcanzar todo lo que Dios tiene para ellos.
Te invito a que me acompañes en esta jornada durante los siguientes meses. Espero que sea de bendición para tu vida en cualquier etapa en la que estés. Dios te bendiga.